Lectura: Juan 6:15-21
Todos hemos tenido pesadillas. Tal vez estábamos cayendo de algún edificio alto, huyendo de alguna criatura horrorosa, o de pie ante una audiencia habiendo olvidado nuestro discurso.
Recientemente, mi esposa tuvo una pesadilla. Ella soñó que estaba en una pequeña habitación cuando dos hombres aparecieron de entre la niebla. El temor la abrumó. Cuando los hombres iban casi a atraparla, ella dijo: Permítanme contarles acerca de Jesús". El sonido de su propia voz la despertó de inmediato. El nombre de Jesús la había liberado de su temor.
Leemos en Juan 6 que los discípulos de Jesús tuvieron miedo cuando en la penumbra del anochecer vieron a una extraña figura caminando en el tormentoso Mar de Galilea. Pero la misteriosa figura no era parte de ninguna pesadilla - era real. Mateo informa que ellos "de miedo, se pusieron a gritar" (14:26). Después, los discípulos escucharon una voz familiar: "Soy Yo; no temáis" (Juan 6:20). Era Jesús. Sus temores fueron calmados, lo mismo que el mar.
El Salvador nos da la misma tranquilidad hoy en medio de los muchos temores a lo largo de nuestro andar cristiano. Salomón dijo: "El nombre del SEÑOR es torre fuerte, a ella corre el justo y está a salvo" (Prov. 18:10).
Los temores vendrán, pero tenemos la tranquilidad y la garantía de que Jesús siempre es una luz en la oscuridad. __ DJD
Recientemente, mi esposa tuvo una pesadilla. Ella soñó que estaba en una pequeña habitación cuando dos hombres aparecieron de entre la niebla. El temor la abrumó. Cuando los hombres iban casi a atraparla, ella dijo: Permítanme contarles acerca de Jesús". El sonido de su propia voz la despertó de inmediato. El nombre de Jesús la había liberado de su temor.
Leemos en Juan 6 que los discípulos de Jesús tuvieron miedo cuando en la penumbra del anochecer vieron a una extraña figura caminando en el tormentoso Mar de Galilea. Pero la misteriosa figura no era parte de ninguna pesadilla - era real. Mateo informa que ellos "de miedo, se pusieron a gritar" (14:26). Después, los discípulos escucharon una voz familiar: "Soy Yo; no temáis" (Juan 6:20). Era Jesús. Sus temores fueron calmados, lo mismo que el mar.
El Salvador nos da la misma tranquilidad hoy en medio de los muchos temores a lo largo de nuestro andar cristiano. Salomón dijo: "El nombre del SEÑOR es torre fuerte, a ella corre el justo y está a salvo" (Prov. 18:10).
Los temores vendrán, pero tenemos la tranquilidad y la garantía de que Jesús siempre es una luz en la oscuridad. __ DJD
No tienes que temerle a la oscuridad si estás caminando con la Luz del Mundo.
Credito:
http://nuestropandiario.blogspot.com/
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