Lectura: Apocalipsis 21:1-5
Estaba disfrutando del partido de fútbol de la secundaria de mi hijo cuando la relativa calma y normalidad de esa cálida tarde de septiembre quedó hecha añicos por un sonido tan distintivo como alarmante - el sonido de sirenas. El agudo gemido parecía fuera de lugar en semejante momento tan placentero, y demandó mi atención. Según el cantante Don Henley, una sirena generalmente significa que "alguien está yendo a emergencias" o "alguien está yendo a la cárcel". Tiene razón. En cualquiera de los casos, la vida de alguien, incluyendo tal vez la de las fuerzas del cumplimiento de la ley o la del personal de rescate, simplemente haya dado un giro hacia la adversidad.
Al perder mi atención en el juego y mientras pensaba en la sirena cuyo sonido se apagaba en distancia, se me ocurrió que las sirenas son un recordatorio de una poderosa realidad: nuestro mundo está tristemente quebrantado, ya sea por el resultado de la actividad criminal o de las tragedias personales, la sirena nos recuerda que algo está desesperadamente mal y necesita arreglarse.
En tales momentos, ayuda a recordar que Dios ve nuestro mundo en su quebrantamiento y ha prometido que un día Él eliminará lo viejo y "hará nuevas todas las cosas" (Ap. 21:5). Esa promesa nos alienta en las penurias de la vida, y brinda el susurro de Su Consuelo, un susurro que puede ahogar incluso el sonido de las sirenas. __ WEC
Al perder mi atención en el juego y mientras pensaba en la sirena cuyo sonido se apagaba en distancia, se me ocurrió que las sirenas son un recordatorio de una poderosa realidad: nuestro mundo está tristemente quebrantado, ya sea por el resultado de la actividad criminal o de las tragedias personales, la sirena nos recuerda que algo está desesperadamente mal y necesita arreglarse.
En tales momentos, ayuda a recordar que Dios ve nuestro mundo en su quebrantamiento y ha prometido que un día Él eliminará lo viejo y "hará nuevas todas las cosas" (Ap. 21:5). Esa promesa nos alienta en las penurias de la vida, y brinda el susurro de Su Consuelo, un susurro que puede ahogar incluso el sonido de las sirenas. __ WEC
El susurro consolador de Dios acalla el ruido de nuestras pruebas.
Creditos: http://nuestropandiario.blogspot.com/
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